La minería ha desempeñado un papel crucial en la economía de Colombia, un país mayoritariamente rico en recursos como el carbón, el oro y las esmeraldas. Sin embargo, este sector enfrenta desafíos importantes que incluyen las deficiencias técnicas en el proceso de beneficio minero y el manejo de relaves mineros principalmente, considerándose por el 98% de la población minera del país, la cual corresponde a pequeña minería, como praxis artesanal o tradicional en el desarrollo minero. Además con base en las experiencias obtenidas a lo largo y ancho del país, se ha identificado que esta práctica minera, aunque tradicional, ha generado ineficiencias operativas para el pequeño minero, así como la formación de problemas ambientales por la medición y control baja o nula de los subproductos del beneficio minero en el entorno, en el agua y en el suelo.
En este contexto, resulta fundamental impulsar la innovación tecnológica para potenciar la industria minera en Colombia y encaminarla hacia un futuro más sostenible y eficiente, aumentando la productividad para el pequeño minero y promoviendo una cultura de desarrollo minero fundamentada en las buenas prácticas mineras, desde la etapa de extracción, hasta la de comercialización.
Por otra parte, La tecnología moderna, mezclada con el conocimiento técnico de los profesionales e investigadores en la materia, así como del conocimiento tradicional de las comunidades mineras y la experiencia del pequeño minero, permiten concebir una visión integral de desarrollo minero, donde el conocimiento, la experiencia y la tecnología, se unen para formar una relación simbiótica que permitiría reducir y mitigar los diversos impactos de la operación minera en los territorios, bajo condiciones de operación altamente productivas, seguras y sostenibles.
Así mismo, promover la tecnificación de las operaciones mineras puede revolucionar radicalmente la eficiencia del sector, desde lo jurídico y corporativo por la implementación de lo dictaminado en el código de minas, hasta el extractivo y comercial, otorgando seguridad técnica, jurídica, comercial y ambiental.
En lo que se refiere al rol del estado en el sector minero, El Estado, es quien debe fomentar una cultura de desarrollo minero sostenible a través de la Agencia Nacional de Minería, debe ser garante de la responsabilidad social que tiene la actividad minera con la promoción de la optimización de procesos y la implementación de buenas prácticas mineras, en simbiosis con la relación: estado, empresa y comunidad, atendiendo a las necesidades que tiene Colombia en materia de la explotación de minerales para el sector económico, en concordancia con la realidad que atraviesa la industria minera en Colombia, sobre todo en lo que se refiere a la pequeña minería principalmente, que es la porción del sector, mayoritaria a nivel país, donde se percibe que no se atiende al análisis de las condiciones reales del pequeño minero y en el cual se pretende un sin número de exigencias jurídicas sin el debido acompañamiento técnico, generando desconfianza y desconcierto no solamente para el pequeño minero, sino para la población en general que ve de la minería una actividad inoficiosa, destructiva e innecesaria.
En efecto, La innovación tecnológica en la industria minera debe poner entonces un énfasis en la responsabilidad social. La implementación de tecnología para mejorar las condiciones laborales y garantizar la seguridad de la operación, el negocio y los trabajadores mineros es crucial. También, promover la enseñanza y capacitación para el monitoreo de alertas tempranas puede ayudar a la prevención de accidentes y mejorar las condiciones laborales, lo cual se traduce en mayor productividad, así como de establecer mecanismos de comunicación asertivos que perciban y consideren de forma oportuna la realidad de la pequeña minería en Colombia.
En conclusión, la industria minera colombiana se encuentra en un momento clave donde la innovación tecnológica no solo es una opción, sino una necesidad imperativa. La incorporación de nuevas tecnologías puede ser clave para modernizar el sector, mejorando su eficiencia y sostenibilidad a largo plazo, y generando impactos positivos tanto en el medio ambiente como en la sociedad. Es fundamental que el gobierno y los líderes de la industria trabajen juntos para crear un entorno propicio que impulse la innovación y la implementación de las mejores prácticas tecnológicas en el ámbito minero.
Redactó: Ingeniero de Minas y Metalurgia, MSc.st. Tommy Vallejo López.